Imagen tomada en la convocatoria hecha por la Ruta Pacifica de Mujeres, el 10 de junio de 2014, en la Plazoleta de San Francisco. (Foto: Mauricio Villegas). |
Aceptación base
de una exitosa reinserción
De qué sirve un
tratado o un acuerdo sino no hay aporte
de todos, porque la paz no requiere
aporte solo del Estado; también se necesita aceptación de la sociedad.
Por Angélica
Acosta (*)
Hemos
llegado a un punto donde es de vital importancia buscar un bien común y dejar
de lado el bienestar particular, para así poder darle paso al cese final de la
guerra interna por la que atraviesa el país hace tantos años. Por fin se ve una
esperanza más sólida de paz, es claro que más que la firma de un acuerdo se necesitan otros
elementos que le dan paso a un exitoso posconflicto. Uno de ellos es la
aceptación por parte del pueblo hacia aquellas personas que quieren una
reinserción en la sociedad, utilizar herramientas de trabajo distintas
a un fusil, luchar por su país sin derramar sangre, logrando una unidad
nacional con el fin de que todo el
pueblo colombiano puede aportar, de esta forma permitiendo que estas personas
logren tener una vida normal en
sociedad.
Si
bien es cierto estas personas se encargaron de practicar la guerra, destruir
sueños, asesinar corazones, llenar de sangre pueblos enteros, marcar mentes de
por vida, e innumerables daños y
acciones que han quedado grabadas en
la historia de nuestro país y en la mente de cada una de las víctimas ya sean directas o indirectas; este
grueso de la sociedad que no viven de igual forma dado al daño que padecieron ,
pero también es cierto que no es justo que otras personas sufran este mismo
episodio y es allí donde hay que adquirir una conciencia acompañada de
solidaridad, dando paso y cabida a un
país sin guerra, permitiendo que las generaciones venideras conozcan un país
libre de beligerancia, porque de qué sirve un tratado o un acuerdo sino no
hay aporte de todos, porque la paz no
requiere aporte solo del Estado; también
se necesita aceptación, y este es un aporte que cada ciudadano puede hacer ,
es allí donde damos cabida a una verdadera paz.
Esto
es tan solo un elemento para lograrlo porque se necesita que el Estado entre a
hacer su labor, como responsable de brindar educación, seguridad, alimentación,
vivienda, trabajo, bienestar, dignidad; que cumpla con sus deberes y funciones
buscando el bienestar de todos y cada uno de los integrantes de este país, ya
que estamos en un Estado social de derecho y es hora de darle validez a ello.
Si
se hace un análisis se encuentra que
estas han sido las razones que le han
dado nacimiento a tanta violencia, aún hay extensiones de nuestro país que se
encuentran descuidadas en condiciones precarias; también encontramos la falta
de empleo, oportunidades, pobreza, personas habitando en las calles. Todos
estos elementos han contribuido a que el país se encuentre actualmente en un conflicto
, porque el pueblo se encuentra sin
oportunidades esto causa decisiones tan equivocadas como las de causar una
guerra interna por ello se debe reflexionar y saber que ya es suficiente, el
país necesita un renacer, con ello no solo la aceptación para aquellas personas
que regresan a la vida civil sino también que los gobernantes cumplan sus
funciones como debe ser brindando excelentes políticas publicas creando oportunidades no solo para ellos sino para todo el pueblo
colombiano.
Es
momento de pensar en los demás, en los que viven y en los que nacerán; de
lograr tener un mejor país, de lograr que la guerra en Colombia sea una
historia y no noticias diarias; de que por fin la gente en el campo labre sus
tierras con ahínco y tranquilidad, de que todos los niños tengan una educación
adecuada sin miedos, donde los adolescentes tengan oportunidades de estudios,
oportunidades laborales y los ancianos puedan vivir con tranquilidad, donde
todos cuenten con condiciones dignas de vida como la Constitución lo estipula.
Esto debe dejar de ser un sueño de algunos y volverse una realidad de todos.
Los
daños ya están en el pasado, solo quedan un presente por remediar y un futuro
por garantizar la no repetición, no solo a aquellas victimas sino a todo el
pueblo colombiano que estos sucesos queden como historia en Colombia sirviendo
como recordatorio para no revivir.
(*) Estudiante
de la Universidad Libre Seccional Cali, integrante del Semillero Jorge Eliécer
Gaitán, Jega.
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