domingo, 2 de noviembre de 2014

Otro ángulo del proceso de paz

Imagen tomada en la convocatoria hecha por la Ruta Pacifica de Mujeres, el 10 de junio de 2014, en la Plazoleta de San Francisco. (Foto: Mauricio Villegas).
Aceptación base de una exitosa reinserción

De qué sirve un tratado o un acuerdo sino no hay  aporte de todos, porque la paz no requiere  aporte solo del Estado; también se necesita  aceptación de la sociedad.

Por Angélica Acosta (*)
Hemos llegado a un punto donde es de vital importancia buscar un bien común y dejar de lado el bienestar particular, para así poder darle paso al cese final de la guerra interna por la que atraviesa el país hace tantos años. Por fin se ve una esperanza más sólida de paz, es claro que más que la  firma de un acuerdo se necesitan otros elementos que le dan paso a un exitoso posconflicto. Uno de ellos es la aceptación por parte del pueblo hacia aquellas personas que quieren una reinserción en la sociedad, utilizar herramientas de trabajo  distintas  a un fusil, luchar por su país sin derramar sangre, logrando una unidad nacional con el fin de que  todo el pueblo colombiano puede aportar, de esta forma permitiendo que estas personas logren tener una vida normal en  sociedad.


Si bien es cierto estas personas se encargaron de practicar la guerra, destruir sueños, asesinar corazones, llenar de sangre pueblos enteros, marcar mentes de por vida, e innumerables daños y  acciones que han quedado grabadas en  la historia de nuestro país y en la mente de cada una de las  víctimas ya sean directas o indirectas; este grueso de la sociedad  que no viven  de igual forma dado al daño que padecieron , pero también es cierto que no es justo que otras personas sufran este mismo episodio y es allí donde hay que adquirir una conciencia acompañada de solidaridad, dando paso y cabida  a un país sin guerra, permitiendo que las generaciones venideras conozcan un país libre de beligerancia, porque de qué sirve un tratado o un acuerdo sino no hay  aporte de todos, porque la paz no requiere  aporte solo del Estado; también se necesita  aceptación, y este  es un aporte que cada ciudadano puede hacer , es allí donde damos cabida a una verdadera paz.

Esto es tan solo un elemento para lograrlo porque se necesita que el Estado entre a hacer su labor, como responsable de brindar educación, seguridad, alimentación, vivienda, trabajo, bienestar, dignidad; que cumpla con sus deberes y funciones buscando el bienestar de todos y cada uno de los integrantes de este país, ya que estamos en un Estado social de derecho y es hora de darle validez a ello.

Si se hace un análisis se encuentra  que estas  han sido las razones que le han dado nacimiento a tanta violencia, aún hay extensiones de nuestro país que se encuentran descuidadas en condiciones precarias; también encontramos la falta de empleo, oportunidades, pobreza, personas habitando en las calles. Todos estos elementos han contribuido a que el país se encuentre actualmente en un conflicto ,  porque el pueblo se encuentra sin oportunidades esto causa decisiones tan equivocadas como las de causar una guerra interna por ello se debe reflexionar y saber que ya es suficiente, el país necesita un renacer, con ello no solo la aceptación para aquellas personas que regresan a la vida civil sino también que los gobernantes cumplan sus funciones como debe ser brindando excelentes políticas publicas  creando oportunidades  no solo para ellos sino para todo el pueblo colombiano.
Es momento de pensar en los demás, en los que viven y en los que nacerán; de lograr tener un mejor país, de lograr que la guerra en Colombia sea una historia y no noticias diarias; de que por fin la gente en el campo labre sus tierras con ahínco y tranquilidad, de que todos los niños tengan una educación adecuada sin miedos, donde los adolescentes tengan oportunidades de estudios, oportunidades laborales y los ancianos puedan vivir con tranquilidad, donde todos cuenten con condiciones dignas de vida como la Constitución lo estipula. Esto debe dejar de ser un sueño de algunos y volverse una realidad de todos.

Los daños ya están en el pasado, solo quedan un presente por remediar y un futuro por garantizar la no repetición, no solo a aquellas victimas sino a todo el pueblo colombiano que estos sucesos queden como historia en Colombia sirviendo como recordatorio para no revivir.

(*) Estudiante de la Universidad Libre Seccional Cali, integrante del Semillero Jorge Eliécer Gaitán, Jega.



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