La
historia de las cumbres nacionales por la paz convocadas por la Universidad Libre de
Cali
Por
Luis Alfonso Mena S. (*)
Las cumbres nacionales por la Paz
lideradas por la Universidad Libre de Cali, cuya quinta versión se realizará en
12 ciudades de Colombia entre el 17 y el 18 de marzo de 2016, tienen una
historia prolongada en el tiempo, pues nacieron en la década de los años 90 del
Siglo XX, cuando el país insistía, luego de no pocos fracasos, en esfuerzos por
retomar conversaciones entre la insurgencia armada y el Gobierno de las élites
tradicionales.
Algunas de esas negociaciones redundaron
en acuerdos, como ocurrió con el movimiento 19 de Abril, M-19, y con otros
siete grupos o fracciones de organizaciones urbanas y campesinas en armas que
firmaron pactos, el primero con el Gobierno de Virgilio Barco Vargas, y los
demás, durante el mandato de César Gaviria Trujillo.
Además del acuerdo con el M-19, que tuvo
lugar en Bogotá el 9 de marzo de 1990, se rubricaron pactos con el Partido
Revolucionario de los Trabajadores, PRT, en Don Gabriel, municipio de Ovejas,
departamento de Sucre, el 25 de enero de 1991; el Ejército Popular de
Liberación, EPL, en Bogotá, el 15 de febrero de 1991, y el Movimiento Armado
Quintín Lame, en Caldono, Cauca, el 27 de mayo de 1991.
Asimismo, con los Comandos Ernesto Rojas, en Bogotá, el 20 de marzo de 1992; la Corriente de Renovación Socialista (escisión del ELN), en Flor del Monte, Sucre, el 9 de abril de 1994; las Milicias de Medellín, en la capital antioqueña, el 26 de mayo de 1994, y el Frente Francisco Garnica, en Cañaveral, Bolívar, el 30 de junio de 1994.[1]
Sin embargo, fracasaron conversaciones
posteriores, las abiertas en 1991 en Caracas, Venezuela, que continuaron en
1992 en Tlaxcala, México, entre el Gobierno de Gaviria Trujillo y la
Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, de la que hacían parte las Farc, la
mayor de las organizaciones insurgentes del país, un sector del EPL y una parte
del ELN.
Con esos antecedentes inmediatos tuvo
lugar la primera Cumbre promovida por la Universidad Libre de Cali, el 24 y 25 de
noviembre de 1994, en los comienzos del mandato presidencial de Ernesto Samper
Pizano.
El objetivo era contribuir desde la
reflexión universitaria a rescatar el terreno perdido y dinamizar en la
sociedad civil nuevas propuestas que empezaran a abrir espacios de diálogo en
procura de la paz y la reconciliación nacional.
El médico Alonso Ojeda Awad, actual director del Programa de Paz de la
Universidad Pedagógica Nacional y quien hiciera parte del ELN, recuerda: “Tuve
el placer de participar en la Primera Cumbre Nacional por la Paz realizada el
24 de noviembre de 1994. En ese entonces era asesor social del ministro del
Interior, Horacio Serpa, quien me delegó la responsabilidad de expresar en
estos claustros el compromiso inaplazable de trabajar por la paz y de lograr
los acuerdos urgentes que hicieran posible la reconciliación nacional”.[2]
Y agrega Ojeda Awad, quien participó también
en la Tercera Cumbre en calidad de expositor: “Hace 20 años ratificábamos ese
compromiso que venimos a ratificar hoy en día con más fuerza, porque la nación
colombiana no puede, bajo ningún aspecto, seguir enfrascada en una lucha
múltiple de intereses y concepciones cuando todavía resuenan en estos claustros
emblemáticos las esperanzadoras palabras de quien fue su fundador más eximio,
el general Benjamín Herrera Cortés, quien al poner fin a esa dolorosa
conflagración que fue la Guerra de los Mil Días a comienzos del Siglo XX
exclamó: ‘La patria por encima de los partidos’”.[3]
Ratificando lo planteado por Ojeda Awad,
el rector de la Universidad Libre de Cali, Libardo
Orejuela Díaz, decía en la instalación de la Tercera Cumbre, realizada igualmente
un 24 de noviembre, esta vez de 2014: “Hace 20 años, mientras en Cali
discurríamos en la Primera Cumbre Nacional por la Paz, con más de 30
testimoniales y disertantes en la misma, en Cartagena de Indias ese día y esa
noche se reunía el Consejo Nacional Ganadero y, en su recinto, el ministro de
la Defensa Nacional de entonces, Fernando Botero Zea, proponía la legalización
de las Convivir. Un eje polarizado recorría entonces el alma dolida de la
patria. Veinte años después, exactamente un 24 y 25 de noviembre, resolvimos
convocar esta cumbre”.[4]
De acuerdo con Orejuela Díaz, la
convocatoria de la Tercera Cumbre como continuidad de las primeras, de 1994 y
1995, obedece a que “un grupo de académicos nos sentimos, para decirlo con
lenguaje kantiano, en el imperativo categórico de evitar que sigan cabalgando
imperturbables los jinetes apocalípticos de la muerte violenta, hoy atravesados
a este proceso con sofismas torticeros y argumentos de baratija, creyendo que
este país no va a marchar hacia donde debe marchar: a sentarse con orgullo en
el banquete mundial de la civilización”.[5]
¡MARCHA
DE ANTORCHAS CON ESCOLTAS!
La
Primera Cumbre Nacional por la Paz se inauguró con una
nutrida marcha de antorchas, en la noche del 24 de noviembre de 1994, y
recorrió toda la Calle Quinta, artería vital de Cali, desde la Carrera 37 hasta
la Plaza de San Francisco, en el corazón de la ciudad, donde está ubicado el
edificio de la Gobernación del Valle del Cauca.
Óscar
Marino Bueno Espinosa, en la época dirigente estudiantil de
la Facultad de Derecho de la Universidad Libre de Cali, recuerda que antes de
comenzar la marcha se suscitó un impasse por la presencia de un piquete de la
Policía Militar del Batallón Pichincha, que tiene sede en Cali y que alguien,
quién sabe con qué fines, envió para evitar el desfile.
Largo tiempo duró la discusión con los
militares que dirigían el pelotón uniformado hasta que los estudiantes los persuadieron
de que se trataba de una manifestación pacífica para dar a conocer al público
caleño la realización de una cumbre por la paz, por primera vez convocada por una
universidad regional.
La labor persuasiva de los
universitarios fue de tal magnitud, que el piquete de la Policía Militar
terminó encabezando el desfile que, según agrega Bueno Espinosa, resultó todo
un éxito por la gran participación de estudiantes, su extensión a lo largo de
la Calle Quinta y las intervenciones de los líderes estudiantiles y
profesorales de la época, entre ellos Libardo Orejuela Díaz y el hoy senador Roosevelt
Rodríguez.
El desfile, de aproximadamente tres
cuadras lleno de muchachos y muchachas vestidos con camisetas blancas, era
cerrado por una muy bien ataviada carroza que los estudiantes habían construido
con símbolos alegóricos a la necesidad de retomar los caminos del diálogo.
El diseño y montaje de la carroza estuvo
a cargo de Héctor Rafael Almario, a la sazón director de Bienestar
Universitario, quien contó con la colaboración de Daniel Roncancio, Henry
Hirsh, Álvaro Benítez y Bueno Espinosa, entre otros.
“Había mucho nerviosismo, era una época
de confrontación política y de recrudecimiento del conflicto, y esas
circunstancias se reflejaban en el momento de realización de la marcha, que
finalmente fue exitosa y contó con la participación de muchos estudiantes de
medicina y derecho”, rememora Bueno Espinosa.
Asistentes a la Primera Cumbre Nacional por la Paz, absortos con la intervención de Jorge Gaviria Liévano, el 25 de noviembre de 1994. (Foto: Archivo U. Libre de Cali).
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“¡La paz es un gran paso nacional. Deja
tu huella!” Esta era la consigna central de la Primera Cumbre Nacional por la
Paz, que tuvo connotaciones globales y fue convocada por iniciativa del
presidente de la Seccional Cali de la Universidad Libre, Libardo Orejuela Díaz.
En la cumbre participaron Álvaro Leyva
Durán, exconstituyente; Álvaro Vásquez del Real, dirigente del Partido
Comunista Colombiano; Luis Carlos Restrepo, luego comisionado de Paz; Otti
Patiño, exdirigente del M-19 y excontituyente; Alonso Ojeda Awad, exembajador
de Colombia en Europa; Manuel Francisco Becerra, exgobernador del Valle y quien
ejerciera como contralor general de la República; Yolima Espinosa Vera, dirigente
política del Nuevo Liberalismo; Rodrigo Salazar, presidente de la Asociación Colombiana de Pequeños Industriales, Acopi, y Rubén Sánchez, catedrático de la Universidad
del Rosario, entre otros.
Por la Universidad Libre, además de Orejuela
Díaz, estuvieron Óscar Hurtado Gómez, rector de la institución en el momento;
Jorge Gaviria Liévano, directivo del alma máter, y Carmenza Echeverry de
Restrepo, catedrática.
Las deliberaciones de la Cumbre,
cumplidas en el tradicional auditorio Gerardo Molina de la Universidad en Cali,
tuvieron repercusión nacional y sustrajeron del ámbito centralista las
discusiones sobre la necesidad de los diálogos de paz.
La
Segunda Cumbre Nacional
por la Paz se cumpliría cuatro meses después, en marzo de 1995, en la
ciudad de Popayán, capital del Cauca, departamento que históricamente ha sido
epicentro de grandes jornadas de lucha de las clases subalternas frente a
poderes hegemónicos y, en la contemporaneidad, escenario enconado del conflicto
armado y social colombiano.
En este certamen, Jorge Gaviria Liévano
destacó diversos valores que inspiraron a la Universidad Libre: “… la
vigilancia para preservar la vigencia de los derechos humanos, la preocupación
fundamental por la observancia de prácticas que contengan los conflictos dentro
de marcos humanitarios precisos, la aplicación de principios de solidaridad…” y
“la lucha histórica por ensanchar el círculo de la libertad, aún a riesgo de
sacrificar la propia vida”.[6]
Durante el Gobierno de Samper Pizano no
se logró avanzar en los acercamientos con la insurgencia, más allá de los
propiciados con el ELN en Maguncia, Alemania, y el denominado Acuerdo de Puerta
del Cielo, en 1997, que finalmente no fructificaron.
Sin embargo, como lo reseña Orejuela
Díaz en su libro Diccionario de la paz y
del conflicto, se presentó un hecho con un grupo inédito dentro del
espectro de cerca de 30 organizaciones insurgentes surgidas en la segunda mitad
del Siglo XX en Colombia: “Todo lo positivo –dice-- pareció visualizarse en los
acercamientos con el Movimiento Jaime Bateman Cayón, con el cual se
formalizaron conversaciones en octubre de 1995, se fijó una zona inicial de
distensión el 27 de diciembre del mismo año, se protocolizó el inicio de las
negociaciones el 2 de marzo de 1996, pero se produjo una ruptura que la
agrupación guerrillera declaró el 19 de abril de 1996, y el Gobierno replicó
con idéntica resolución dos días después”.[7]
Los diálogos llevados a cabo en la Zona
de Distensión del Caguan entre el Gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002) y las
Farc, luego del mandato de Ernesto Samper, también fracasarían y, como
consecuencia de ello, se recrudeció la confrontación durante los gobiernos de
Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), período en el cual se registró una cifra
inusitada de víctimas en la población colombiana.
“JAMÁS
REGRESAR A LA GUERRA”
El contexto expuesto y el inicio de
nuevos acercamientos entre la insurgencia y el Estado durante la Administración
de Juan Manuel Santos (2012) representaron también nuevos argumentos y retos
para la U. Libre de Cali, que en 2014 convocó, en los mismos días de la
Primera, el 24 y 25 de noviembre, la Tercera
Cumbre Nacional por la Paz.
Ella contó con la participación de 31
panelistas nacionales e internacionales y una videoconferencia con voceros de
la Delegación de Paz de las Farc en La Habana, lo mismo que con un desfile inaugural
en el que participaron estudiantes del Colegio Santa Isabel de Hungría y
universitarios, activistas sociales y comunitarios de Cali, al lado de docentes
y directivos.
El desfile se cumplió a lo largo de la
Carrera 37, desde la Calle Quinta hasta la sede de la Universidad, como
rememorando la marcha de antorchas del 24 de noviembre de 1994, con la
diferencia de que en esta oportunidad el desfile era mañanero y trepando la
loma camino al alma máter situada en la cima del barrio Santa Isabel.
Los conferencistas de la Tercera Cumbre
fueron, en su orden: Libardo Orejuela Díaz, quien instaló el certamen, el
senador liberal Horacio Serpa Díaz, la senadora de la Alianza Verde Claudia
López, el jurista Iván González Amado, la excandidata presidencial del Polo
Democrático Clara López Obregón, el catedrático español Fernando Harto D’Vera y
el constitucionalista español Roberto Viciano Pastor.
De igual manera, intervinieron el
magistrado del Consejo Superior de la Judicatura Wilson Ruiz Orejuela, el sociólogo
Jorge Enrique Carvajal, el médico Alonso Ojeda Awad, el exdirigente del ELN Carlos
Arturo Velandia Jagua, el politólogo Rubén Ignacio Sánchez, el también
politólogo Héctor Alonso Moreno, el presidente del Consejo Directivo de la
Universidad Libre Internacional de Bruselas, Bélgica, Jean Marc D´Greiff, y el
expresidente de la Corte Constitucional Alfredo Beltrán Sierra.
También, el dirigente del movimiento
Marcha Patriótica Andrés Gil, el sacerdote jesuita Francisco De Roux, el
exrector de la Universidad del Valle Jaime Galarza, la jurista brasileña Thaisa
De Souza, el exasesor de la Delegación de Paz del Gobierno en La Habana Antonio
José Lizarazo, la catedrática María José Fariñas, la filósofa Victoria Fontán y
la jurista Liliana Estupiñán Achury.
Asimismo, el coordinador editorial de la
revista Cepa Germán Roncancio, el constitucionalista Kenneth Burbano, la
arquitecta argentina Liliana Carbajal, el coordinador de Justicia Transicional
en Cali Carlos Alberto Aponte, el presidente del Instituto Catalán
Internacional para la Paz Rafael Grassa, el dirigente indígena del Cauca Feliciano
Valencia, el constitucionalista Alberto Ramos Garbiras y el politólogo de la
Universidad Nacional Daniel Libreros.
En su disertación, Alfredo Beltrán Sierra
hizo un recorrido pedagógico por la historia del conflicto colombiano, y
expresó: “Si buscamos la paz, tenemos que comprometernos muy seriamente con la
justicia social”, y concluyó: “Saludamos con alborozo la posibilidad de que se
llegue a la paz dentro de la Constitución”.[8]
En
una de las intervenciones que mayor impactó en el encuentro, el sacerdote
jesuita Francisco de Roux
planteó: “Las víctimas nos están diciendo a nosotros que nos sacudamos, es la invitación
a construir una realidad distinta”.[9]
Al
final de esta cumbre se expidió una declaración política, en uno de cuyos
apartes se señalaba: “No es suficiente el esperado y final acuerdo de la Mesa
de La Habana para acabar con la guerra. Se requiere la instauración de la mesa
con el ELN, para lo cual solicitamos al Estado colombiano y a esta agrupación
insurgente propiciar de manera urgente el inicio de las reclamadas
conversaciones antes de terminar el año 2014”. La solicitud continúa vigente.
La Declaración Política de la
Tercera Cumbre Nacional por la Paz, que contó con
nutrida asistencia en las seis jornadas cumplidas entre el 24 y el 25 de
noviembre, concluía con una consigna clave: “Edificar la paz para jamás
regresar a la guerra”.[10]
“CON
ODIOS NO HABRÁ PAZ”
Concluido este
certamen, las iniciativas relacionadas con la búsqueda de la paz continuaron
con el foro denominado Desayuno Urgente por la Paz, cumplido el 15 de julio de 2015, con la participación de representantes
de las universidades Libre, del Valle, San Buenaventura, Santiago de Cali,
Bautista y Misak (de la comunidad guambiana).
Concurrieron igualmente
voceros de la Central Unitaria de Trabajadores, la Confederación General del
Trabajo, la Gobernación del Valle del Cauca, la Pastoral Social de la
Arquidiócesis de Cali, activistas de la comunidad de Llano Verde de Cali y de
otros sectores, investigadores sociales y periodistas.
Al intervenir en el certamen,
el rector de la Universidad Libre de Cali, Libardo Orejuela Díaz, sostuvo: “Si la Mesa de La Habana fracasa, lo
que se viene es el desplazamiento de la guerra a las ciudades”.[11]
El foro fue
clausurado por Rodrigo Tombé, de
la Misak Universidad, quien aseveró: “Mientras sigamos con odios será muy
difícil encontrar la paz”, y puntualizó: “En Guambía hay 3.130 fogones donde se
hace pedagogía por la paz”.[12]
Previamente, entre el 7 y el 8 de mayo
de 2015, se realizó la Cumbre Nacional e Internacional de Derechos Humanos “Garantía para la Vida”,
con la participación de 14 expositores y como un nuevo aporte a la reflexión
académica sobre los problemas palpitantes del conflicto y los caminos de la
paz.[13]
“JUGADOS
POR LA PAZ”
Con una precumbre realizada el 11 de
noviembre de 2015, y con el eslogan “Jugados por la Paz”, se dio inicio a la
programación de la Cuarta
Cumbre Nacional por la Paz, que se desarrolló con
la participación de 17 conferencistas colombianos y extranjeros en el Auditorio
Gerardo Molina de la Universidad en Cali, entre el jueves 12 y el viernes 13 de noviembre de 2015.
La conferencia de la precumbre estuvo a
cargo del filósofo cubano Pablo Manuel Guadarrama González,
quien sostuvo: “La paz es un derecho
elemental de los pueblos y todo lo que hagamos debe estar en función de ella”,
y añadió: “Estamos obligados a entender que la condición humana siempre será
conflictiva, pero ello no significa la aniquilación del otro”.[14]
También participaron en esta jornada Frisco
González Reyes, director del periódico de humor político El Gato, y Jaime
Galarza Sanclemente, quienes hicieron la presentación del libro Rafael Uribe Uribe, del que el primero
fue el compilador.
Durante la primera jornada de la Cuarta
Cumbre reflexionaron sobre el conflicto, los posacuerdos y la lucha por la paz,
en su orden: Alberto Ramos Garbiras, Alfredo Beltrán Sierra, Carlos Medina
Gallego (investigador de la historia de las organizaciones alzadas en armas
vinculado a la Universidad Nacional) y Jaime Gilberto Mejía (docente de la
Universidad de Nariño).
En su vehemente intervención, el profesor
Medina Gallego
manifestó: “Las generaciones de la paz no han nacido, están por
engendrarse en las siguientes tres décadas”, y luego vaticinó: “Acabaremos la
guerra, pero la democracia se irá a las calles y no aguantará que sus líderes
estén en las cárceles, como ocurre actualmente con Feliciano Valencia y muchos
más”.[15]
El deportista Washington Alexis Viera Barreto envió un mensaje grabado en video
en el que hizo un emotivo llamado al perdón y la reconciliación, a partir de su
experiencia personal, luego de haber sido gravemente herido y quedar
parapléjico como consecuencia de un ataque de delincuentes comunes del que fue
víctima el 25 de agosto de 2015 en Cali.
Durante la segunda jornada, llevada a
cabo el viernes 13 de noviembre, disertaron Cecilia Matilde López Montaño, exministra
de Agricultura; Iván Cepeda Castro, senador del Polo Democrático; Jorge Iván
González, exdecano de Economía de la Universidad Nacional; Fernando Duque
Nivia, docente universitario; Libardo Orejuela Díaz y Daniel Libreros.
También fueron conferencistas, Luis
Arnul Carvajal, catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, España;
Fabio Ariel Cardozo Montealegre, consejero de Paz de la Gobernación del Valle
del Cauca, y William Ospina, escritor y ensayista.
En su disertación, el senador Cepeda Castro
manifestó: “Las élites colombianas
le tienen miedo a la paz, tienen temor de que se acabe la guerra, pues por
primera vez existe la posibilidad de que surja algo inédito en el país: la
democracia”.[16]
La comunidad académica había cumplido
con esta Cumbre una nueva jornada de reflexión y estudio, que no se quedaría
allí, pues la brega por la paz no tiene fin.
“LA
PAZ, SÍ”, DICEN 50 ENTIDADES
Como ocurrió luego de la Primera Cumbe
(noviembre de 1994), cuando la Segunda se convocó solo cuatro meses después
(marzo de 1995), la Quinta ha sido citada para los días 17 y 18 de marzo de 2016, a cuatro meses de realizada
la Cuarta (noviembre de 2015).
Con la Agenda de Conversaciones en
materia de agricultura, cultivos de uso ilícito, participación política,
víctimas y justicia avanzada, pero con puntos clave aún por definir, como el del
mecanismo de refrendación de lo acordado, la coyuntura de paz reviste una
enorme importancia para la Quinta
Cumbre Nacional por la Paz, que será escenario
propicio para debatir, entre otros tópicos, sobre el plebiscito, defendido por
el Gobierno, y la asamblea nacional constituyente, propuesta por las Farc.[17]
Una de las grandes diferencias de la Quinta
Cumbre Nacional por la Paz con las anteriores es que a la convocatoria se han
unido 50 entidades de diferente índole, entre las cuales se cuentan, además de
la Libre, once universidades más: la Nacional Abierta y a Distancia (Unad), la
del Valle, la Nacional de Colombia, la Autónoma de Occidente, la de San
Buenaventura, la Cooperativa de Colombia, la Misak, la Antonio Nariño, la
Tecnológica de Pereira, la Santiago de Cali y la del Pacífico.
De la convocatoria hacen parte,
igualmente, los semilleros de investigación de la Universidad Libre de Cali
Juan Friede, Ignacio Torres Giraldo y Jorge Eliécer Gaitán, Jega.
También, colectivos sociales y
comunitarias como la Asociación de Trabajadores Campesinos del Valle del Cauca,
el Proceso de Unidad Popular del Suroccidente Colombiano (Pupsoc) y la
Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc).
De igual manera, organizaciones
ciudadanas y gremiales como la Fundación Ciudad de Cali para la Educación y el
Emprendimiento, la Colegiatura de Abogados Litigantes de Santiago de Cali, la
Asociación de Profesores de la Universidad Libre (Asproul), el Movimiento
Ciudadano Plaza Libre, la Fundación Ciudad Visible, la Sociedad de Mejoras
Públicas de Cali, la asociación Mantenerse Juntos es el Progreso y la Fundación
Con Todas las Manos.
Participan de la convocatoria, también, la
Arquidiócesis de Cali, la Iglesia de la Santa Fe del Oriente Cristiano, la
Embajada de España en Colombia y la entidad Cooperación Colombia.
Asimismo, instituciones públicas como la
Gobernación del Valle y diez alcaldías de municipios del departamento del
Cauca: Santander de Quilichao, Corinto, Caldono, Miranda, Toribío, Puerto
Tejada, Buenos Aires, Guachené, Caloto y Suárez, al lado de la Asociación de
Municipios del Norte del Cauca.
Además, medios de comunicación
alternativos y gremios como el Círculo de Periodistas de Cali, el periódico
Desde Abajo y el periódico Paréntesis.
LA
PROGRAMACIÓN EN CALI
Otra de las grandes diferencias con los
anteriores certámenes es que los actos y conferencias no se concentrarán en
Cali, sino que abarcarán por lo menos doce ciudades, al tiempo que habrá
cubrimiento virtual para un total de 99 municipios de todo el país.
Hasta el miércoles 25 de febrero estaban
confirmados actos académicos de la Cumbre en universidades y diferentes
escenarios de las siguientes ciudades: Cali, Barranquilla, Buenaventura,
Cartagena, Cúcuta, Palmira, Pereira, Corinto, Silvia, Florida, Pitalito y
Yumbo.
Entre los conferencistas confirmados de
la jornada matutina del jueves 17 de
febrero en la Universidad Libre de Cali figuran Clara López Obregón, el ministro del
Posconflicto Rafael Pardo, el senador Roy Barreras y el también senador Eduardo
Enriquez Maya. Se espera la presencia de Gustavo Petro Urrego, exalcalde de
Bogotá.
En la sesión nocturna del primer día,
están programados el padre Héctor Eduardo Lugo, Carlos Andrés Guzmán, director
de Derechos Humanos de la Fiscalía General de la Nación; Darío Villamizar,
investigador social; Jefferson Jaramillo, catedrático javeriano, y el
representante a la Cámara Víctor Correa.
Para el segundo día de la Cumbre, el viernes 18 de febrero, están
confirmados Rodolfo Arango, Carlos Holmes Trujillo, Carlos Andrés Guzmán y el
senador Armando Benedetti. Se espera contar con la presencia también del
jurista asesor de las Farc Enrique Santiago y del ministro de Justicia, Yesid
Reyes.
En la última sesión de la Cumbre, el
viernes en la noche, estarán José Antequera, hijo del dirigente de la Unión
Patriótica del mismo nombre asesinado en medio del genocidio sufrido por ese
partido político en la década de los años 80 del Siglo XX; Daniel Libreros, José
Antonio Gutiérrez, investigador de la Universidad de Dublín, República de
Irlanda, y Vera Grave, ex combatiente del M-19.
(Las once ciudades restantes tendrán
expositores y actos académicos de similar altura a los de Cali. La programación
respectiva se dará a conocer de manera oportuna).
Una tercera diferencia de esta Cumbre
con las anteriores es que en Cali, el sábado 12 de marzo, se desarrollarán dos
precumbres en sectores populares de la ciudad: una, en la Comuna 14 del Distrito
de Aguablanca, y otra, en la Comuna 20, barrios Siloé y circunvecinos.
La sede de la precumbre
en el Distrito de Aguablanca es el auditorio de la Institución Educativa
Monseñor Rubén Ramón Arcila, situado en la Diagonal 26 K con Transversal 96 del
barrio Marroquín.
La coordinación de la
misma se encuentra a cargo de Rocío Vargas, líder comunitaria,
quien destacó la importancia de que los barrios del oriente de Cali conozcan
los avances de las conversaciones de paz entre las Farc-EP y el Gobierno
Nacional en La Habana y sus posibles acuerdos.
De esta forma, de 1994 a
2016, más de 21 años después, la búsqueda de la paz y del fin de la
confrontación fratricida entre colombianos sigue vigente. Y la Universidad
Libre de Cali continúa intentando contribuir con la reflexión y el análisis en
la búsqueda de que la paz se abra paso, a pesar de las ansías de los
guerreristas, que no están satisfechos con 60 años de dolor. Por eso, la Libre y
las 50 entidades que la acompañan en esta Quinta Cumbre dicen: “La paz, SÍ”.
(*) Periodista, abogado, magister en historia. Editor de la Revista
Cuadernos de Paz de la Universidad Libre de Cali y de los periódicos virtuales
Paréntesis y ¡Periodismo Libre! Docente.
Cali, miércoles 24 de febrero de 2016.
[1] Díaz,
Amparo y Villamizar, Darío, editores. Acuerdos
de paz, Colección Tiempos de Paz, Bogotá, Red de Solidaridad Social, 1999.
[2] Semanario
Virtual Caja de Herramientas, edición 427, semana del 28 de noviembre al
14 de diciembre de 2014. Disponible en: http://viva.org.co/cajavirtual/svc0427/articulo02.html Consulta: martes 23 de febrero de 2016.
[3] Ibídem.
[4] Orejuela
Díaz, Libardo. “El país que sufre está fuera de las aulas”, en: Revista
Cuadernos de Paz No. 3, Cali, Universidad Libre, 2014, p. 36.
[5] Ibídem,
p. 36-37.
[6] Ver:
González Pérez, Marcos, autor-compilador. Fiesta
y Nación en Colombia, Colección
Aula Abierta, Bogotá, Coop. Editorial Magisterio, Universidad Distrital
Francisco José de Caldas, 2007, p. 137.
[7] Orejuela
Díaz, Libardo. Diccionario de la paz y del conflicto. Teorías, guerras civiles,
biografías, propósitos de paz y acuerdos, Cali, Editorial Faid, 1999, p. 310.
[8] Ver:
“Con pleno éxito se cumple la Tercera Cumbre Nacional por la Paz. ‘Si buscamos
la paz, debemos comprometernos con la justicia social’”: Alfredo Beltrán
Sierra, en: periódico virtual Paréntesis, martes 25 de noviembre de 2014.
Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2014/11/noticia-con-pleno-exito-se-cumple.html
[9] Ver:
Mena S., Luis Alfonso. “Ecos de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz, cumplida
en Cali. ‘El mensaje de las víctimas es parar la guerra’”: Francisco de Roux,
en: periódico virtual Paréntesis No. 57, lunes 8 de diciembre de 2014.
Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2014/12/edicion-no-57-informe-ecos-de-la.htmlinforme-ecos-de-la.html
[10] Declaración
Política de la Tercera Cumbre Nacional por la Paz “Una mirada a la posguerra”,
en: Revista Cuadernos de Paz No. 4, Cali, Universidad Libre, 2015, p. 348.
[11] Ver:
Mena S., Luis Alfonso. “Foro en la U. Libre de Cali propone Comisión Regional
de la Verdad. Se abre paso Coordinadora Académica por el fin de la Guerra”, en:
periódico virtual Paréntesis No. 76, miércoles 15 de julio de 2015. Disponible
en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/07/edicion-no-76-informe-foro-en-la-u.html
[12] Ibídem.
[13] Ver:
“Cumbre Nacional e Internacional de Derechos Humanos”, en periódico virtual
Paréntesis No. 64, lunes 4 de mayo de 2015. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2015/05/edicion-no-64-noticia-entre-el-7-y-el-8.html
[14] Ver: Mena S., Luis Alfonso. “’La paz
es un derecho elemental de los pueblos’, dice Pablo Guadarrama”, en periódico
virtual Paréntesis No. 83, miércoles 11 de noviembre de 2015. Disponible en:
[15] Ver:
Mena S., Luis Alfonso. “’Dentro de tres semanas anunciarán la mesa de diálogo
con el ELN’”, revela Carlos Medina”, en periódico virtual Paréntesis No.
84, jueves 12 de noviembre de 20115. Disponible en:
[16] Ver:
Mena S., Luis Alfonso. “Completo balance de la Cuarta Cumbre Nacional por la
Paz. ‘Las élites le tienen miedo a la paz’”, en: periódico virtual Paréntesis
No. 85, lunes 16 de noviembre de 2015. Disponible en:
[17] Ver: “Debate sobre plebiscito y constituyente, entre los
puntos del certamen de marzo. En Aguablanca y Siloé, preámbulos de la Quinta
Cumbre por la Paz, en Cali”, en: periódico virtual Paréntesis No. 91, martes 9
de febrero de 2016. Disponible en: http://parentesiscali.blogspot.com.co/2016/02/debate-sobre-plebiscito-y-constituyente.html
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